Muchas son las personas que deciden realizar rituales con velas, y muchos obvian una parte importante en este proceso: la limpieza y consagración de la vela. Si tus creencias son cristianas puedes llevarla a la parroquia o iglesia para que el cura o pastor la bendiga, pero en caso contrario disponemos una forma sencilla, listas para utilizar en cualquier ritual.
El hecho de consagrar la vela es volver dicho objeto sagrado, dotarlo con un objetivo – que será el ritual en si o la petición – y que se impregnara de nuestra energía y nuestros objetivos. El hecho de utilizar una vela convencional provoca la posibilidad de que el ritual no funcione como debiera o que directamente, no tenga ningún fin.
Para limpiar y consagrar una vela requeriremos de un espacio tranquilo, limpio – utilizaremos esencias e incienso para purificar el lugar – e incluso podremos utilizar musica relajante, que haga vibrar de forma serena el lugar donde realizaremos la limpieza y consagración.
Tras disponer de un lugar dedicado para tal función, nosotros también deberemos estar dispuestos para ello, utilizaremos ropa con un color claro e incluso podremos hacer un ritual de limpieza de aura, como ya comentamos en un artículo anterior. Deberemos también tener en cuenta que nuestra mente debe tener un equilibrio por lo que podremos meditar, concentrarnos en energías positivas o cualquier proceso que nos purifique, ya sea mentalmente como físicamente.
Para la limpieza de la vela necesitaremos algodón y agua, que puede ser de mar, de un manantial o río e incluso agua con sal para tener un efecto más purificador. Cogeremos el algodón y lo impregnaremos bien con el agua, pasaremos dicho algodón por la vela desde arriba (la mecha) hasta abajo girándola de izquierda a derecha concentrándonos en retirar toda negatividad que pudiera tener. Una vez limpia por completo dejaremos que se seque al aire, lo que normalmente puede llevar de diez a quince minutos.
El paso final es la consagración de la vela; en este método que utilizamos es para rituales básicos o de nivel medio. Para ello utilizaremos aceite que hayamos extraído de alguna hierba, o bien podemos adquirir directamente en el herbolario, esto varia según el gusto de cada uno.
Cogeremos otro trozo de algodón limpio e impregnaremos el aceite en el realizando el mismo paso que cuando la limpiamos con el agua, siempre es importante de arriba a abajo y de izquierda a derecha. Durante la consagración debemos pensar en el objetivo que le vamos a dar a esa vela, siempre enviando toda la positividad que tenemos a través de nuestras manos. Mostraremos una actitud de gratitud en nuestro interior, agradeciendo al universo y a la vela el trabajo que nos va a permitir cumplir nuestro deseo. Y con ello habremos terminado el trabajo de limpieza y consagración, dejando lista la vela para que realicemos el ritual o petición.
